En un universo alterno no te venció el orgullo y no sentiste dolor.
En ese universo, domamos a eso que le llaman amor, lo atamos con un lazo y lo acodamos entre las copas en el comedor.
En ese lugar tan obstinado nos burlamos de la idea de vivir pensando lo que sería estar separados. Y sé que son infinitos los espacios en los que vivimos una vida en lugar de dos, y sé que en muchos no hubo cura para la separación, pero, al menos en uno, tan solo uno... No ganó el dolor, no venció el orgullo y transgredimos eso que llaman amor.