Con el tiempo olvidaré como me has olvidado, perdonaré todos tus errores y echaré del baúl de mis rencores el haberte recordado.
Con el tiempo sumaré a mis alegrías, las noches frías que pase pensando en ti vida mía, sumaré también las noches que con alevosía te olvide y me hundí en los brazos de una amante furtiva, a pocas horas de que se haga de día.
El tiempo resolvió que de este modo, tan perverso y tan poco provo, se curasen las heridas aunque nunca sanen del todo.
Por más que me confundí al querer escribirte, hiciste lo correcto al recordarme porque en primer lugar quise alejarme y alejarte.
Ojalá ya no tenga más recaídas, que no sé cuantas veces más podre soportar tus lecciones de vida.