viernes, 15 de mayo de 2020

Ojos cafés

Con tus ojos cafés miras al cielo.


... y suspiras, con tu mano cansada te secas el sudor de la fente y bajando la mirada continuas con el trabajo, no le pides nada a nadie, con tu trabajo haz alimentado a tu familia desde que tienes la fuerza suficiente en la espalda para preparar la tierra en la temporada de siembra, en las chacras conociste el amor, ahí mismo entendiste la vida, tus hijos comieron los frutos de la tierra que trabajaste y cuando tenías su edad ayudabas a tu padre en esas mismas pampas. Que rara es la vida, te pone tantas distracciones a la altura de tus ojos y al final tu destino es el de un burro de carga, jalar y jalar, cuesta arriba con intervalos de felicidad y almuerzos campecinos, las mujeres llegaban siempre temprano con pailas para hacer un caldito en plena sierra, con hornos de tierra te hacías tus huatias y con suerte había algún trocito de chalona para roer, felicidad, no hay nada más disfrutar esa pequeña comida y seguir trabajando, bajo el sol serrano con el cielo del azul más azul, vientos fríos de este a oeste que se llevan en sus alas aves con chalinas blancas inmensas ellas.
El sol se pone entre dos picos, el trabajo esta terminado, hay que ir temprano a casa si no quieres encontrarte con el caricidi, ese perro negro que también puede ser toro o caballo, pero negro siempre, que le roba los niños a los padres que caminan a cielo descubierto muy tarde, vámonos mamita que mañana hay trabajo todavía.... 

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