Llovió toda la noche, sentí el frío de la mañana en los dedos de los pies y me di cuenta que a tu lado las madrugadas eran tibias, los inviernos florecían y que las sonrisas eran pan de cada día... Te recordé con un escalofrío en la espalda baja, sentí por un segundo que me tocabas la frente y las orejas con tus dedos fríos, te vi en el reflejo de la lluvia y llorabas, me escondí en mi cuello alto para que no se me notara, dejé correr un par de recuerdos más por las mejillas antes de mirarte otra ves a la cara y la lluvia te ocultó de a pocos, te desvaneciste en la ventana mientras me sentí patético por llorar por quien jure que ya no sentía nada.
La madrugada avanza y tus visitas son recurrentes a veces siento que lo que veo solo lo creó mi mente, me pregunto que estarás haciendo y no quiero sonar desesperado, pero te debo una canción, una patética cancioncita de desamor quizás una que guarda todo lo que significaste para mi y todo lo que significas, la forma en la que te veo por esa ventana y por la que vago mi eterna madrugada...