domingo, 4 de julio de 2021

Cuento de un Amor Civilizado

Eramos dos almas vagabundas sintonizado cuerpos que iban en búsqueda de verdad, sentido y felicidad. Más de tres años pasaron desde que nos topamos con nuestro destino, más de tres años entre gozos y envelezos, la calidez de tu pecho en días de lluvia y la frescura de tu nómada interior en días de calor nos hicieron vivir este amor civilizado, domingos de películas, lunes de trabajo y de martes a sábado de seis a nueve besos incontables bajo las farolas de la calle, el que dijo que las rutinas quiebran el amor, no conoció el amor más cinsero, el más simple y el más constante, el que no busca ni famas ni glorias, el que no compite por ser el más apasionado y el más grande, ese amor del que no se escriben canciones, del que ama en silencio, saber que tu estás ahí y que yo estoy para ti, que teniendo imperfecciones, no tiene vacíos es sólido como un muro de piedra pero tan sutil que pasa desapercibido...
Así nos conocimos y aún hoy después de años sigo en mis letras escondiendo el "te amo" que te debo. 

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