miércoles, 30 de septiembre de 2020

Ojos prisioneros

 Cuento:

Desde el fondo de una celda, en un vaivén lento y constante, las náuseas a esta niña de piel morena la hacían sollozar, cataratas andinas, lágrimas de mar... Espera su llegada a ese lugar del que tanto ha oído hablar...

Su vida antes de este punto, que por trágico y oscuro realza las alegrías y oculta las necesidades y penurias que toda la vida habían acompañado sus días, su hermano menor, que en la glotónería de su robusto cuerpecito le ha llevado a un arbusto con vayas de las que adultos expertos conocen bien , y niños hambrientos confunden comúnmente,  en su pulpa tienen una toxina que acalambra los dedos de los pies, y los estruja seguido por visión que se nubla por períodos y entre ellos te hacen ver puntos flotantes y titilantes, astros minúsculos que irrumpen en la claridad de la vista, que en un niño tan pequeño, después de sofocar las vías respiratorias la asfixia conduce a la muerte...

Quizás segunda parte

Más y más: