sábado, 2 de diciembre de 2023

Fui feliz un abril

Fui feliz un abril, aquellos días han pasado, pero, sí que fui feliz y eso nadie podrá borrarlo. Un cuarto mes también puedo decir que fallecí un poco. Y todo esto lo recuerdo abrumado porque ya pasaron muchos marzos y febreros, muchos treinta y uno de diciembre, uno que otro mayo pasajero, y algún abril que me robaron. Hoy me acuerdo cuan feliz fui en ese entonces pues no hay fecha que el calendario no le marque a mi diario un corazón roto en una esquina, un recordatorio casi innecesario de que lo que se perdió y no volví a encontrarlo. Vivo entonces a merced de su recuerdo, explotando lo que quede de felicidad en ese imaginario mundo que parece aún puede levantarme de la cama un par de días más.

Abril era ella y ella era el mar, el mar era un escape de la realidad y la realidad se vivía mejor en un pasaje con destino al sur más sur que hay, tu sur era mi norte y tu norte estuvo luego en otro lugar.

¿Dónde estás abril ingrato que te llevaste contigo mi felicidad? Te voy a buscar en el espacio que habita la soledad, ahí donde el calendario no gobierna, donde no hay ni luz ni oscuridad. Donde solo viven aquellos futuros que no nos necesitaron, donde vivimos juntos y felices fuera de la realidad.

Más y más: