miércoles, 29 de junio de 2022

Rosa


Al pasar por un jardín te dejaste ver, con la tenue luz de la mañana que apenas rozaba tu rubor, te sonrojas con ternura como una pequeña enamorada, con la delicadeza que caracterizan esos petalos tersos, dulces, como quien con gratitud devuelve un saludo y me viste al verte y la palidez me abrazo súbitamente, mas no vi en tus labios rojos razón de miedo, antes bien, vi unicamente ternura y cadidez. Te quedaste en silencio y empezaron a cantar las lilas y los girasoles, tulipanes y florencias con sobria destreza se sumaron al delicado himno y no tuve más oportunidad de resistencia y caí desconsolado al saberte inalcanzable y encantadora

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